Desde la Casa del Distrito Marítimo en Molenbeek
Qué gran proyecto, qué gran acción la de este pequeño grupo de jóvenes adolescentes de un centro de barrio de la ciudad de Molenbeek que pasaron un día entero inmersos en el 3er encuentro bienal del movimiento Nueva Educación celebrado en Anderlecht, en las afueras, muy cerca de Bruselas. El reto era un poco loco: realizar entrevistas a los actores de este acontecimiento bienal, sin cuello falso, sin aspavientos. Atreverse a conocer a personas consideradas grandes nombres y que lo son, pero que se prestaron al juego sin que nadie se lo pidiera. ¡Qué gran reto!
El reto se cumplió, el desafío se aceptó; de hecho, cuando vemos los resultados de sus investigaciones, es seguro que en esas cabecitas está la semilla de los periodistas, mezclada con un candor propio de quienes se proponen descubrir. Porque fue un descubrimiento, una doma relámpago y espontánea de los entresijos de este acontecimiento, una búsqueda en la que los impulsores pasaron de ser conquistadores a ser conquistados. Conquistado por el deseo de saber, de conocer, de descubrir y conquistado por la modestia, el humor y el entusiasmo de los participantes reunidos. Y por el descubrimiento de un tipo de educación que no esperaban.
Esta incursión en el impulso de la Nueva Educación, en una dinámica que no es tan sencilla de percibir, de comprender, de integrar, para los novatos, fue todo un éxito. Es innegable que algo ocurrió en este grupo de jóvenes que informaban.
Enhorabuena. Esperemos que cada uno de ellos pueda utilizar estos descubrimientos en el futuro para alimentar su propio crecimiento.
Y gracias a su consejero, que les ha apoyado, acompañado y hecho posible la publicación de este periódico.