una idea original

Un pequeño cuaderno, un teléfono, unos pasos, algo de imaginación y ya está, una foto inmortaliza y roba un momento único: ¡el manifiesto está en el corazón de la empresa! Un momento simbólico.

Durante su intervención en la sesión inaugural, Jean-Luc Cazaillon propuso que cada participante pusiera en escena el manifiesto Convergencia(s) por la Nueva Educación en los espacios de la Bienal y en toda Bruselas y le sacara una foto. Un guiño al «fabuloso destino de Améie poulain». Y lo menos que podemos decir es que la chispa hizo arder los teléfonos, se tomaron más de 150 fotos.

Y la originalidad está ahí, a veces en un entorno natural, a veces puesto en manos de personalidades belgas (reales o cómicas) estatuas, a veces puesto en situaciones insólitas y sorprendentes, el manifiesto viajó y fue visto.

Fue un hermoso viaje de la Nueva Educación, inmortalizado en una de las capitales de Europa.

Es de esperar que el manifiesto se convierta en un texto esencial, que se ponga en las manos y en las mentes de todos los implicados en la educación.